1-LA HISTORIA CLÍNICA EN ACUPUNTURA
2-MODELO DE HISTORIA CLÍNICA-1ª PARTE
3-MODELO DE HISTORIA CLÍNICA-2ª PARTE4-PRIMER CASO CLÍNICO (ESTREÑIMIENTO)
1-LA HISTORIA CLÍNICA EN ACUPUNTURA
La Medicina Tradicional China (MTCh.), al ser una Medicina Holística, presenta un cierto grado de complejidad ya que el ser humano interactúa y se relaciona con el medio. Esto produce modificaciones que obligan a individualizar al paciente, profundizando en el análisis ya que no existe la enfermedad sino el individuo enfermo. La salud es el resultado de la homeostasia con el medio.
La MTCh. explica que cualquier síntoma o signo clínico: dolor, insomnio, hipertensión, cefalea, dismenorrea, estreñimiento, bulimia, anorexia, asma, ansiedad, depresión, amigdalitis, disfunciones térmicas, impotencia, frigidez, reumatismo, etc. puede ser común a varios de los ciento sesenta patrones sindrómicos que aproximadamente componen la semiología clásica en MTCh.
El acupuntor debe ser consciente de que practicar la acupuntura de una manera seria y eficaz implica un estudio profundo, riguroso, pormenorizado y sistematizado del paciente. A la hora de hacer un diagnóstico y un tratamiento adecuado, no sólo cuenta el nombre de la enfermedad, la analítica, el diagnóstico de imagen o los diversos métodos comúnmente utilizados por la medicina alopática.
Lo más importante es el contacto con el paciente, el análisis de su situación social y emocional; los signos clínicos iniciales y evolutivos; la dieta; los trastornos del sueño; el sudor; la orina; las heces; la sed; la hora y el día o época del año en que se inicia o empeora; el agente climático desencadenante o que exacerba el cuadro; la sensación de frío o calor en diversas partes del cuerpo; la expresión, la forma, el pulso, la lengua, el tono de la voz, etc., pequeños datos que han sido perfectamente sistematizados dentro de los cuadros sindrómicos de la MTCh.
Todo ello, está destinado a obtener un diagnóstico de globalidad que permita dar “apellido” al nombre de su enfermedad, es decir encuadrar al paciente en un contexto sindrómico.
El diagnóstico, así establecido, permitirá proponer un tratamiento “raíz” (en el cual, el signo clínico más evidente o preocupante, puede ser el de menor interés semiológico) y no un tratamiento “rama”, que es el que muchas veces se realiza, en la práctica clínica ortodoxa.
Por ejemplo, el tratamiento de una cefalea se puede enfocar de una manera sintomática (“rama”) mediante la aplicación de fármacos analgésicos en el caso de la medicina alopática o bien, en el caso del acupuntor poco experto, con la utilización de puntos A´shi, puntos desbloqueantes, puntos analgésicos, etc., lo que conduce generalmente a la dependencia del fármaco descrito o de las sesiones periódicas del terapeuta en cuestión.
Sin embargo el acupuntor, con una formación adecuada, entiende que la cefalea es un signo clínico de mayor o menor relevancia dentro de un contexto sindrómico; por ejemplo, síndrome de insuficiencia de Yin de H. (Ganyinxu) o síndrome de plenitud de Yang de H. (Ganyanshi) o síndrome de vacío de la sangre (Xuexu), etc.
Independientemente de que el tratamiento sintomático sea recomendable para demostrar al paciente la acción positiva y tener la oportunidad de realizar un tratamiento en el tiempo. Lo realmente importante será tratar la causa, (la “raíz” del problema) que estará, sin duda, relacionada con un determinado síndrome energético.
Todo ello hace necesario un estudio profundo, complejo, pero realmente gratificante tanto para el paciente como para nosotros, pues el éxito estará en relación directa al acierto del diagnóstico.
Por ello el acupuntor debe conocer los síndromes más importantes descritos en la MTCh.:
A) Síndromes del sistema Zhang-Fu (46 básicos y aproximadamente 60 subsíndromes). (Zhang Fu Bian Zheng).
A.I) Síndrome de Plenitud (Shi).
A.II) Síndrome de Vacío (Xu).
A.III) Síndrome de Plenitud-Calor (Yang). (Shi Re).
A.IV) Síndrome de Vacío-Frío (Yin). (Xu Han).
A.V) Deficiencia de Yin o de Yang.
A.VI) Subsíndromes
B) Síndromes del Qi. (Qi Bian Zheng),
B.I) Síndrome de deficiencia (Qixu).
B.II) Síndrome de hundimiento (Qixiaxian) ó (Qiyangxu).
B.III) Síndrome de desviación (Qinixie) ó (Qijixie).
B.IV) Síndrome de estancamiento (Qiyu) ó (Qizhi)…..
C) Síndromes del Xue. (Xue Bian Zheng),
C.I) Síndrome de Vacío (Xuexu).
C.II) Síndrome de estasis (Xueyu), por vacío de Qi, Xue, frío o calor.
C.III) Síndrome de calor (Xueré).
C.IV) Síndrome de frío (Xuehan).
C.V) Síndrome hemorrágico (Xuesui).
D) Síndromes conjuntos del Qi y el Xue. (Qi Xue Bian Zheng),
D.I) Síndromes Generales (Bian Zheng).
D.II) Síndromes del TR. (San Jiao Bian Zheng).
D.III) Síndromes de los 6 planos (Liu Jing Bian Zheng).
D.IV) Síndromes de las 4 capas (Wei Qi Jing Xue Bian Zheng.
E) Síndromes de los líquidos orgánicos (Yin Ye Bian Zheng).
E.I) Síndrome de insuficiencia de los líquidos orgánicos (Yin Ye Xu).
E.II) Síndromes flemosos. (Tan Yin Bian Zheng).
E.III) Síndromes de edemas. (Shui Fan Bian Zheng),
F) Síndromes de las energías climáticas. (Liu Qi Bian Zheng).
DESARROLLO DE LA HISTORIA CLÍNICA
El método que desarrollamos para elaborar un diagnóstico y proponer el tratamiento adecuado se esquematiza de la siguiente manera:
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HISTORIA CLÍNICA SEGÚN EL CRITERIO DE LOS
“CUATRO ELEMENTOS DE DIAGNÓSTICO” (SHI ZHENG)
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“SÍNTESIS DE LA HISTORIA CLÍNICA” DONDE SE
RELACIONAN LOS SIGNOS CLÍNICOS MÁS RELEVANTES
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DIAGNÓSTICO:
3.1. DE SITUACIÓN (BIOMEDICIONES)
3.2. GENERAL O DE 1ª INTENCION SEGÚN LAS OCHO REGLAS DE DIAGNOSTICO (BA GANG)
3.3. SINDRÓMICO O DE 2ª INTENCIÓN SEGÚN EL RESTO DE LOS ASPECTOS SEMIOLÓGICOS (BIAN ZHENG)
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TRATAMIENTO:
4.1. REGULACIÓN ENERGÉTICA SEGÚN LA BIOMEDICIÓN
4.2. TRATAMIENTO GENERAL (BA FA) SEGÚN EL DIAGNÓSTICO DE LAS OCHO REGLAS (BA GAN)
4.3. ETIOLÓGICO EN FUNCIÓN DEL DIAGNÓSTICO
SINDRÓMICO OBTENIDO
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HISTORIA CLÍNICA SEGÚN EL CRITERIO DE LOS “CUATRO ELEMENTOS DE DIAGNÓSTICO“ (SHI ZHENG)
El terapeuta intentará ofrecer al paciente una expresión (Xing) y una forma (Xingti) que transmitan confianza, seguridad y ánimo.
Para esto, el primero que tiene que estar preparado y dispuesto es el propio terapeuta: relajado, sin prisas, sin interrupciones, sin aspavientos, huyendo de los lenguajes complicados, aunque demostrando el conocimiento suficiente para afrontar cualquier cuestión relacionada con su práctica. Jamás utilizar el término curar pues ello demuestra un gran desconocimiento de la complejidad orgánica y sí de las posibilidades de mejoría o alivio, restableciendo el equilibrio perdido….. Este primer contacto es muy importante, sienta las bases de colaboración mutua y genera la confianza necesaria para iniciar el proceso terapéutico.
El diagnóstico es “poner el alma” en el proceso de comunicación con el paciente y este “poner el alma” en el ser humano es fundamentalmente la palabra (independientemente de aplicar el resto de los sentidos: ver, oír, palpar, gustar y oler), ya que el ser humano es “verbo” y por ello, a través de ella, se obtiene la mayor parte de la información necesaria para elaborar un síndrome.
A) Vista: Observación e Inspección.
A.1) La expresión corporal general.
A.2) La forma.
A.3) La tez.
A.4) La lengua y el ojo.
A.5) Los tejidos…..
B) Oído:Audición y auscultación.
B.1) La voz y la respiración.
B.2) Los latidos, etc.
C) Olfato y gusto: Olfacción y gusto.
C.1) El cuerpo.
C.2) La boca, etc.
D) La Palabra:Interrogatorio.
Las treinta preguntas básicas.
E) Tacto:Palpación.
E.1) El pulso y el latido revelador.
E.2) El cuerpo.
E.3) Electrónica (Völl, Riodoraku, Mora, etc.).
F) Intuición: Sentido que se desarrolla, en mayor o menor intensidad, de acuerdo a las características peculiares del individuo pero que, en el fondo, no es ni mas ni menos que una respuesta lógica a un conocimiento consciente o inconsciente.
El tratamiento es la consecuencia directa de los pasos anteriores. Cualquier acupuntor, medianamente formado, conoce o puede consultar en la amplia bibliografía existente.
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“SÍNTESIS DE LA HISTORIA CLÍNICA” DONDE SE RELACIONAN LOS SIGNOS CLÍNICOS QUE CONSIDERAMOS MÁS RELEVANTES
Una vez realizada la historia clínica (parte 1), de acuerdo con los principios desarrollados anteriormente, procederemos a realizar la regulación energética y el tratamiento sintomático (si el paciente presentara un cuadro agudo). Si no mostrara urgencia terapéutica, procederemos a la regulación energética citando al paciente para próximas fechas, con el fin de estudiar el caso, “ensamblar” los signos clínicos, efectuar un diagnóstico y establecer un tratamiento consecuente.
Todo este proceso puede llevarnos entre una y dos horas. En muchas ocasiones tendremos que ir recabando más información a fin de realizar un diagnóstico lo más certero posible.
Toda la información recibida tenemos que sintetizarla en signos o síntomas, puntuales según proponemos en el apartado 2. Hay que ver el conjunto y coordinar los signos clínicos que permitan determinar el síndrome o los síndromes correspondientes. Tratamos de ver el bosque (acción del águila) y no el árbol (acción de la tortuga).
Lógicamente esto necesitará, al menos en un principio, la consulta e investigación sindrómica que hemos desarrollado en los capítulos de semiología.
En sucesivas sesiones se puede evidenciar algunos aspectos semiológicos que no habíamos tenido en consideración pudiendo por tanto, ocasionalmente, modificarse el diagnóstico y consecuentemente el tratamiento
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DIAGNÓSTICO.
3.1.DE SITUACIÓN (BIOMEDICIONES)
3.2.GENERAL O DE 1ª INTENCIÓN SEGÚN LAS OCHO REGLAS DE DIAGNOSTICO (BA GANG)
3.3. SINDRÓMICO O DE 2ª INTENCIÓN SEGÚN EL RESTO DE LOS ASPECTOS SEMIOLÓGICOS (BIAN ZHENG)
3.1 DIAGNÓSTICO DE SITUACIÓN (BIOMEDICIONES)
Si partimos del principio básico de las medicinas vitalistas que consideran la energía como fuente integradora y reguladora de toda circunstancia físico-química, es obvio, que nuestra primera actuación ha de ser la de armonizar las energías que a través de diversas rutas electromagnéticas surcan nuestro cuerpo físico.
El organismo tiene la capacidad de autorrepararse, siempre que no exista un obstáculo que impida dicho proceso natural. Normalmente el origen de la enfermedad estriba en un desequilibrio energético que posteriormente evoluciona hacia etapas que comprometen la función química, funcional y física. Por esto, actuar a nivel de la cúspide biológica, armonizando el flujo biológico de la energía, se convierte en protocolo ineludible en cualquier tipo de tratamiento.
Por ello, en muchas ocasiones, surge “el milagro” de muchos sanadores que consciente o inconscientemente han actuado a ese nivel, bien con acupuntura, homeopatía, reiki, magneto, campos fotónicos, etc.
“ En todas las culturas y en todas las tradiciones médicas antes de la nuestra, la sanación se lograba moviendo energía”. Albert Sznt Györyi Premio Nobel de Medicina.
“ Es médico el que sabe de lo invisible, de lo que no tiene nombre ni materia, y sin embargo, tiene su acción”. Paracelso.
La regulación energética cumple tres fines:
1º) Todos los seres vivos tienen capacidad de autorreparación, en algunos este hecho es excepcionalmente evidente, por ejemplo lagartijas o estrellas de mar capaces de reproducir la cola o el brazo. Si no se autorreparan es porque hay un factor de desequilibrio que lo impide, y como hemos visto éste, en su génesis, es energético. Con lo cual al regular potenciamos estas capacidades inherentes a todo ser vivo haciendo un efecto beneficioso que, en cascada, se extiende al bioquímico, funcional y orgánico, pudiendo llevarnos a la remisión drástica o paulatina de los síntomas, pero sobre todo y esto es lo más importante, previene dichos estadios evolutivos
Antiguamente los Médicos Chinos regulaban (basándose en el diagnóstico pulsológico integral) con frecuencia a los individuos de su competencia para evitar que enfermaran y poder cobrar la “iguala” que perdería en el caso contrario. Ello hacía bueno en antiguo adagio Chino de QUE MAL MÉDICO ES EL QUE CURA, BUEN MÉDICO ES QUE PREVIENE LA ENFERMEDAD (ojo al proverbio).
2º) Aunque la regulación energética no cumpliera ese máximo objetivo de inducir a la autorreparación porque el cuadro es crónico y precisará de diversos aportes terapéuticos, no cabe duda de que estos serán mucho más efectivos al estar equilibrado su sistema energético.
En este caso la REGULACIÓN ENERGÉTICA prepara el terreno para una posterior actuación, consiguiendo con ello una mayor eficacia y una menor seria de sesiones clínicas. Esto es así incluso en campos tan ortodoxos con la fisioterapia y la cirugía ya que está demostrada una mayor hemostasia durante la intervención y una más rápida recuperación posterior.
3º) El hecho de que el terapeuta aporte aspectos tecnológicos en su análisis diagnóstico, realizando biomediciones que se reflejan en forma impresa que puede ser analizadas y explicadas, redunda en una mayor credibilidad sobre la capacidad profesional del práctico y el consiguiente efecto placebo que actúa de una manera muy positiva sobre el enfermo. Todos sabemos de ese gran arma terapéutica, un muchas ocasiones vale más una «palmadita» en la espalda o una palabra amable que el más fabuloso de los remedios.
El concepto holístico de interdependencia de las Medicinas Bioenergéticas se rige por unas leyes totalmente distintas de las Medicinas Mecanicistas, por lo cual una disfunción orgánica primaria puede presentar signos clínicos en otros órganos o sistemas en función de la Diátesis, (predisposición congénita o adquirida o terreno premórbido). Por ejemplo; en el caso de un asma alérgico, puede haber como causa etiológica una plenitud del Hígado (efecto Wuo contradominancia), por ello suele ser mas habitual en primavera como estación de plenitud del Hígado.
En el caso descrito se dan dos circunstancias: el déficit de pulmón (diátesis), y la plenitud del hígado (agente desencadenante). Si trato exclusivamente al pulmón podré paliar los síntomas, pero hasta que no elimine el factor desencadenante el cuadro puede recidivar e incluso cronificarse.
Los signo clínicos de la deficiencia de Pulmón son evidentes tanto en la fase aguda como en la crónica, sin embargo en la fase subaguda o latente no se detectará la plenitud del Hígado si no es a través de Biomediciones.LA REGULACION ENERGETICA realizada periódicamente evitará que se produzca dicha plenitud con lo cual no se desencadenará el cuadro agudo, aunque el individuo tenga predisposición.
Los desequilibrios de lateralidad (los meridianos son bilaterales) son los causantes de muchas alteraciones de los sentidos como la olfato, visión, gusto y oído. Los desequilibrios relacionados entre órgano y víscera de un Movimiento, son los causantes de muchas disfunciones hepatobiliares, grastropancreáticas, nefrovesicales, etc. Los desequilibrios alto-bajo son los causantes de insomnios, claudicación intermitente, prolapsos, cefaleas, etc. Los desequilibrios de Energía – Sangre son los causantes de los estados de hiperactividad o hipoactividad generalizada. (ver síndromes de Qi Xue).
Todas estas disfunciones sobre todo en los casos agudos suelen proyectarse en la gráfica de Biomedición y por tanto manejando unos criterios simples, de muy fácil aprendizaje, se pueden corregir o mejorar aplicando la REGULACIÓN ENERGETICA como protocolo terapéutico.
NO SE OLVIDEN DE QUE A BUENA ENERGÍA, BUENA QUÍMICA; A MALA ENERGÍA, MALA QUÍMICA.
3.2 DIAGNÓSTICO GENERAL O DE 1ª INTENCION SEGÚN LAS OCHO REGLAS DE DIAGNÓSTICO (BA GANG)
Para facilitar la labor de búsqueda del síndrome debemos primero hacer una segunda síntesis y encuadrar la enfermedad en las ocho reglas de diagnóstico. (Tomo II pags. 729 a 750).
Por ejemplo, si es Yin o Yang habrá que actuar sobre el Yino el Yang (tonificación, sedación, escape, etc.).
Si es exterior habrá que actuar sobre los colaterales (Tendinomusculares,Luos y Distintos). Si es interior habrá que actuar sobre el sistema Zang-Fu, el Qi, los Yinye y el Xue.
Si es frío o calor habrá que aplicar la sudoración-purificación (si calor externo) la refrigeración (si hay calor interno), la sudoración-liberación (si hay frío externo), la calorificación (si hay frío interno), la tonificación de R.-Yin (si hay Yang ficticio), la tonificación de R.-Yang(si hay Yin ficticio), etc.
Si hay plenitud o vacío habrá que sedar, tonificar, regular, etc. según está desarrollado en las 8 técnicas (Tomo II pags. 869 a 896).
Las 8 reglas de diagnóstico, como sabemos, nos dan una idea de globalidad que bien manejado nos pueden poner en relación con el trastorno en cuestión, a saber:
– Yin/ Yang nos indican las características generales del paciente y su posible evolución. El paciente yin tiende a enfermedades de las capas Zhangy Xue (órganos y sangre) y el paciente yang tiende a enfermedades de las capas Wei y Qi(colaterales y vísceras).
– Interior (Nei) / (Wai) Exterior nos indican el lugar de afectación dentro de las cuatro capas (Wei, Qi, Jing y Xue). Wei es exterior. El resto interior.
– Frío (Han) – Calor (Re) nos indican las características de la enfermedad (frío-humedad-flema) o bien (calor-sequedad-fuego).
– Plenitud (Shi) o Vacío (Xu) nos indican el estado del Zheng(factores esenciales o antipatógenos) con respecto al Xie(factores patógenos).
3.3. DIAGNÓSTICO SINDRÓMICO O DE 2ª INTENCIÓN SEGÚN EL RESTO DE ASPECTOS SEMIOLÓGICOS (BIAN ZHENG)
Los datos obtenidos a través de los “cuatro elementos” y las “ocho reglas” nos permitirá un diagnostico clínico diferencial más preciso y puntual así como un estudio de la evolución en el tiempo en el cual juegan un papel muy importante los siguientes criterios:
A) Factores Shen: Hay que insistir de una manera prudente, pero hábil, en la determinación de los posibles componentes emocionales y en las posibles alteraciones de la relación interpersonal. Hay que tener en cuenta que el concepto de salud se basa en la capacidad de homeostasia con el medio tanto vital como social.
B) Factores dietéticos y medioambientales: la dieta, la vivienda y el medio vital serán importantes factores a tener en cuenta a la hora del diagnóstico y permitirán proponer un tratamiento adecuado que incluya normas higiénico-ambientales y dietéticas.
C) Factores congénitos: pueden indicar la diátesis básica de la enfermedad, lo que ahorrará gran parte de la investigación sindrómica.
D) Signos iniciales y evolutivos: son hitos básicos en el diagnóstico que van dictando los pasos evolutivos de la enfermedad, los diversos signos clínicos que van apareciendo en cada etapa, el estado actual, las posibilidades de éxito en el tratamiento y el pronóstico. Por ello, nosotros le concedemos una gran importancia diagnóstica. Tratamos de llegar al “ovillo a través del hilo”. Para poder realizar un tratamiento raíz, necesitamos conocer la génesis de la enfermedad.
Nada es por que sí en la salud y en la enfermedad, todo síntoma tiene una causa; el llegar a comprender esto, solo está al alcance del que entiende al ser humano como ente holístico interdependiente interna y externamente. Sólo él puede actuar a ese nivel. Ello conlleva un estudio del paciente, muchas veces complejo y arduo, pero cuando se ensamblan las piezas del puzzle y aparece la imagen tan deseada nos aportará tanta satisfacción como mereció el esfuerzo. Es la ley del Tao.
La satisfacción de poder realizarse como ser humano, mostrando nuestro amor por los semejantes, a través de nuestra capacidad terapéutica, bien merece el esfuerzo de la dedicación y el estudio.
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TRATAMIENTO:
4.1.REGULACIÓN ENERGÉTICA SEGÚN LA BIOMEDICIÓN
4.2. TRATAMIENTO GENERAL (BA FA) SEGÚN EL DIAGNÓSTICO DE LAS OCHO REGLAS (BA GAN)
4.3.ETIOLÓGICO EN FUNCIÓN DEL DIAGNÓSTICO SINDRÓMICO OBTENIDO
4.1 REGULACIÓN EN FUNCIÓN DE LAS BIOMEDICIONES
Nogueira Pérez, Antonio Carlos. Acupuntura I – Fundamentos de Bioenergética, Fisiología y Anatomía Acupuntural. 996 pags. I.S.B.N. Tomo I: 978-84-933035-2-4. Ediciones C.E.M.E.T.C. S.L. 8ª Edición. Madrid 2006. Nogueira Pérez, Antonio Carlos. Biomediciones según el Método Ryodoraku. Ediciones Cemetc 2014
4.2 TRATAMIENTO GENERAL (BA FA) EN FUNCIÓN DEL DIAGNÓSTICO GENERAL (BA GAN )Nogueira Pérez, Antonio Carlos. Acupuntura II – Fundamentos de Bioenergética, Semiología y Diagnóstico Acupuntural. 972 pags. I.S.B.N. Tomo II: 978-84-933035-4-2. Ediciones C.E.M.E.T.C. S.L. 6ª Edición. Madrid 2007.
4.3 ETIOLÓGICO EN FUNCIÓN DEL DESARROLLO SINDRÓMICO (BIAN ZHENG) Nogueira Pérez, Antonio Carlos y Álvarez Martínez, Antonio Javier. Acupuntura III Fundamentos de Bioenergética, Patología y Tratamiento Acupuntural. 1.128 pags. I.S.B.N. Tomo III: 978-84-933035-5-0. Ediciones C.E.M.E.T.C. S.L. 6ª Edición. Madrid 2007