¿QUÉ ES LA ACUPUNTURA BIOENERGÉTICA?
Es una ciencia biomédica que engloba, en un esquema doctrinal los conocimientos médicos legados por la Tradición Oriental (de corte filosófico-místico) con los Occidentales (de carácter científico-cartesiano); creando así, una medicina integrativa que permitirá al terapeuta interpretar las múltiples interrelaciones orgánicas (propias de las medicinas holística) con la especialización e investigación de las partes (propios de la medicina mecanicista). Ello solo puede redundar en beneficio para la salud de las gentes, que es el fin primordial de todo buen sanitario. Esto es, tener la capacidad de ver el bosque y estudiar el árbol.
FUNDAMENTOS DE LA MEDICINA BIOENERGÉTICA.
Existió un tiempo remoto de la historia de la Humanidad, en donde vivían unos hombres muy sabios con profundos conocimientos del CIELO Y LA TIERRA. Eran Astrólogos, Astrónomos y Geólogos. Conocían los movimientos del cielo, como se refleja a través del estudio de los hexagramas de Pa Kua que describe los tiempos y los ciclos de la Naturaleza; o través del I´Tching o libro de las mutaciones que es un profundo tratado de estadística; o través de la ley “medio día-media noche” en donde se combinan 22 parámetros de influencias energéticas sobre el desarrollo climático. O a través de los múltiples tratados sobre el Feng-Shui (literalmente traducido como viento-agua, o lo que es lo mismo, corrientes freáticas o corrientes geotelúricas).
No debemos de confundir el desarrollo tecnológico propio de nuestra cultura actual con el verdadero conocimiento del medio en el cual el ser humano desarrolla su existencia. Hay personas que consideramos mucho más importante el panteísmo que el cienticismo como filosofía de vida.
Aquellos tiempos descritos por los historiadores chinos como la dinastía de los Tres Emperadores Míticos, hacia el4000 A. de C., marcó un cambio brusco en el devenir de la humanidad ya que durante su reinado se produjo un asombroso avance en las ciencias, el arte, la agricultura y sobre todo en la medicina.
Durante miles de años la humanidad evolucionaba culturalmente de una manera muy lenta, hasta la aparición de estos personajes históricos que marcaron un antes y un después en la evolución intelectual del ser humano, creando una espléndida civilización cuyos recuerdos aún perduran en la memoria histórica de sus descendientes que evocan aquel remoto pasado en forma de una mitología popular, origen de la peculiar filosofía oriental, eminentemente panteísta. Aquellos asombrosos conocimientos que puede ver todo aquel que estudie, de una manera ecuánime, la historia china antigua, sobre todo a través de los libros clásicos como el Nei Jing So Wen (el libro de medicina más antiguo que se conoce) y que relata las conversaciones de Huang Ti (El Emperador Amarillo) con el sabio, médico y sacerdote (Ki Pa), sobre temas de salud. O bien, las doce proposiciones axiomáticas de otro de los emperadores míticos como Fu-Shi. O bien, simplemente, el Tao Te King del gran sabio y filósofo Lao Tse que rememora aquella época.
Todo ello es una pequeñísima parte de lo que se salvó de la quema de la biblioteca de Pekín, se perdió con ello la posibilidad de conocer el origen, objetivos y destino de aquellos grandes y extraños personajes y con ello, probablemente la respuesta a la gran pregunta existencial de quien somos y qué hacemos aquí .
Aquel conocimiento, tan profundo, era patrimonio de una élite de sacerdotes-médicos que formaban parte de la corte Imperial. Cuando por circunstancias no aclaradas, (aunque presumiblemente, como ha ocurrido a lo largo de la historia, por persecuciones ligadas a intereses más prosaicos que el conocimiento), esta élite fue perseguida y dispersada. Se originó una diáspora hacia los lugares lejanos e inaccesibles de las altas montañas (donde aún hoy día continua la persecución) y hacia Oriente Medio, dando lugar al resurgimiento de focos culturales entroncados con el saber original como fueron las civilizaciones hebrea de los tiempos de Salomón, las culturas Persa, Griega, Egipcia, etc.
Se logró recuperar parte de aquel conocimiento perdido y cuando se empezaba a vislumbrar, de nuevo, la luz del conocimiento trascendente, fue destruido en el año 96 de nuestra era por las huestes romanas con la quema de la biblioteca de Alejandría. De nuevo la fuerza del poder en contra del conocimiento.
Comenzó una nueva diáspora hacia la Europa Mediterránea e incluso hacia las islas Británicas, donde se desarrollaron focos culturales importantes sobre todo en la España medieval de Alfonso X el sabio que logro aunar de nuevo las diversas corrientes culturales judeo-árabe-cristiana oriundas del oriente medio.
Cuando todo aquello asombraba y se empezaba a hablar de alquimia, átomos, astrología, etc., fue destruido por las hogueras de la inquisición.
Lo que se salvó fue destruido con el juicio a los templarios y posteriormente con las sistemáticas quemas y purgas de los sistemas totalitarios como el fascismo, comunismo, revoluciones culturales fanáticas que destruyen hasta las piedras o monumentos evocadores de aquella cultura.
Fuego, fuego y más fuego, eso es lo ocurrido durante los últimos 6000 años de la Humanidad.
De esas cenizas y de lo poco que se salvó a través de herméticos depositarios, está resurgiendo un nuevo conocimiento que empieza a vislumbrar un nuevo y diferente paradigma del ser humano, más en consonancia con el Cielo y la Tierra. La experiencia de los siglos nos alerta de las piras que están preparando los grandes poderes del mundo actual que no renunciarán a las prebendas del enfermo sistema, (Véase el último informe del consejo de asesores del congreso de los diputados del Gobierno de España sobre las Medicinas Naturales o el manifiesto de los estudiantes de Medicina de Barcelona y Santiago, entre otros muchos.)
Lo que nos trasmitieron los Chinos, como herederos directos de aquellos ancestros, sobre todo en el campo de la Medicina, a través de la Acupuntura y técnicas afines, está basado en postulados filosófico-místico-empíricos que evocan aquel conocimiento y por tanto carecen de los argumentos científicos que en Occidente se otorgan a todas las ciencias, sobre todo, médicas.
Este aspecto ortodoxo-científico de corte cartesiano choca frontalmente con el aspecto oriental, cargado de misticismo, originando un antagonismo difícil de compatibilizar.
Sin embargo es conveniente recordar a los “conspicuos científicos” y los “etéreos místicos” que CIENCIA Y FILOSOFÍA componen el TAO DEL CONOCIMIENTO. (Tao es camino y conocimiento es saber). No existe filosofía sin ciencia, ni ciencia sin filosofía. El que quiera tomar “el camino del saber” debe unir, en perfecto matrimonio, el YIN(filosofía) con el YANG (ciencia). Esto es lo que nosotros llamamos, dentro de campo que nos ocupa LA MEDICINA INTEGRATIVA.
“Todos los caminos del mundo se producen por interacción dinámica y cíclica de antagonismos. Los antagonismos conforman la Unidad que contienen y trasciende todas las fuerzas opuestas”. HERACLITO.
“Un análisis sencillo, pero profundo, de las relatividad de Einstein nos hace comprender científicamente lo que hasta ahora solo ha sido posible vivir en el sentimiento intuitivo de la mística”. S.VAN NEIS ZIEGLER.
SURGE EL TAO DE LA MEDICINA INTEGRATIVA
Cuando en Occidente surgió un ser excepcional que tuvo la oportunidad de reunir en su persona el conocimiento médico oriental (se formó el Hanoicomo médico oriental) y como médico occidental (se formó en París en medicina occidental), con un completo dominio de la escritura ideogramática y alfabética, con una capacidad mental que le permitió acrisolar ambas filosofías y además con una enorme capacidad de trabajo que le permitió durante más de 50 años publicar numerosos tratados sobre Acupuntura y la dirección de la revista de Acupuntura más importante que se ha publicado en Occidente (Le mensual de le medicine acupuntaire).
Cuando el Dr. NUGEN VAN N´GHI murió, cerrando el milenio, en diciembre de 1999, a los 94 años de edad, tenía fuerzas y capacidad para dar conferencias en todo el mundo, la última en Madrid en Mayo de 1999 donde le invitamos a hablar sobre inmunología y MTCH. Vivió el revolucionario resurgimiento de la física cuántica que demostraba que materia y energía eran una misma cosa en diferente estado de manifestación. La física moderna, que dio al traste con la anquilosada física Newtoniana, desarrollaba dos grandes principios a través de la teoría de la relatividad y de la interdependencia que confirmaban, de una manera científica, las dos piedras angulares en las que se sustentan la Acupuntura y en general la MTCH. y que se denomina la ley del Yin-Yang (relatividad) y la ley de los Cinco Movimiento (interdependencia).
Sus seguidores hemos continuado y avanzando en ese camino y ello me ha permitido crear la Acupuntura Bioenergética como desarrollo biofísico de la MTCH.
De lo anteriormente expuesto se desprende que es necesario aunar los aspectos positivos que ofrecen ambas corrientes médicas, ello permitirá que la acupuntura se integre, con pleno derecho, en el contexto sanitario y académico occidental, que la Antigua Tradición encuentre soportes científicos y que la medicina moderna encuentre nuevas vías de desarrollo a través de la utilización de las terapias energéticas, que sin duda serán de una enorme proyección terapéutica en el futuro.
LA FISICA, LA QUÍMICA Y LA ENERGÉTICA- LOS SOGLOS XIX, XX Y XXI.
Para que se produzca un enlace químico se precisa un aporte energético, para que un electrón se desplace de orbital precisa un quantum energético específico. Por ello sin energía no existe química, la química es el resultado de una constante actividad energética que confiere la diferencia entre la materia inerte (energía potencial) y la materia viva (energía cinética). El barro puede ser simplemente barro o puede constituir un ser vivo si existe un “soplo de vida” esto es, una energía que provoque los movimientos y por tanto la bioquímica propia de de toda circunstancia vital.
En la revista Science de julio 2010 se publicó la noticia de la creación de la primera célula viva de síntesis en un laboratorio, lograda a través de interacciones energo-químicas. Paradógicamente el científico en cuestión se llama Dr. Venter. o quizás …. Dr. Vientre.
La molécula de agua es algo más que H2O es la energía precisa para el acoplamiento de los átomos de Hidrógeno y Oxigeno y que según Plank se corresponde con un potencial de 0,2 a 0,09 Ev.
Impregnando toda la dialéctica de la energía humana está siempre la noción del T´chicomo impulso motor que se manifiesta en diversos estados y formas de comportamiento, conservando en todo momento su característica esencial de ser uno y múltiple a la vez, en función de sus dos componentes básicos: el Yiny el Yang.
Ello permite superar nuestro concepto dualista, eliminando las grandes contradicciones que ello conlleva. En bioenergética los conceptos duales como el bien y el mal, hombre y mujer, cuerpo y alma, materia y energía, vida y muerte, etc., no son más que manifestaciones complementarias, que no opuestas, del Principio Universal Primario o Singularidad Inicial (en términos físico-quánticos o el UNO según la terminología taoístas) sin cuya alternancia no existiría la vibración ni el movimiento y en consecuencia ni la física ni la química. PECULIARIDAD E INTERACION DE YIN Y YANG, SIN PREDOMINIO, ES LA LEY DEL TAO.
El principio básico de la Acupuntura nos indica que la energía es el principio integrador y regulador de toda circunstancia físico-química. Según ello se deduce que las enfermedades, en términos generales, se inician en este nivel primario para después evolucionar, si no son tratadas adecuadamente, a estadios de peor consideración, siguiendo la pirámide biológica adjunta.
A parte de todo lo anteriormente desarrollado no tenemos más que seguir los principios biofísicos modernos para encontrar dicha base científica.
Las modernas investigaciones en física cuántica demuestran, sin ningún lugar a dudas, el gran conocimiento que atesoraba la antigua Tradición Médica cuando hablaba de las manifestaciones energéticas del medio (colores, olores, notas musicales, elementos climatológicos, sabores, influjos cosmo-telúricos, elementos climatológicos, emociones, etc.) como factores capaces de provocar reacciones bioquímicas favorables o no, dentro de un contexto de interdependencia y relatividad, en una entidad biológica. Es evidente que al enamorado no le inyectan testosterona en el momento de la relación, ni adrenalina en la conquista, solo existe una energía capaz de producir dichas reacciones químicas. A BUENA ENERGÍA. BUENA QUÍMICA. ¿Conoce usted alguna energía más fuerte que el amor?. Quizás la historia de los grandes sanadores solo sea una cuestión de amor, tengo entendido que un tal Jesucristo la utilizó hace 2000 años.
HOY SABEMOS:
– Las partículas subatómicas implicadas en todo proceso bioquímico pueden dar y recibir influjos energéticos de tipo foto-electro-magnético. Ello demostraría la indisoluble relación cosmotelúrica o cosmogénica entre el ser humano y su medio.
– Actuando sobre los campos energéticos podemos prevenir alteraciones bioquímicas consecuentes a un desequilibrio de polaridades, y más aún, la verdadera curación de cualquier enfermedad pasará por la regularización de la energía humana, vehiculizada a través de los canales energéticos y trasmitida, a través del sistema nervioso, según observamos en la pirámide biológica adjunta.
– Este el fundamento de la Acupuntura bioenergética y de todas aquellas medicinas que consideran a la energía como principio integrador y regulador de toda circunstancia físico-química (VITALISMO).
Todo lo anteriormente expuesto permite desarrollar los principios básicos que rigen la medicinas bioenergéticas en sus múltiples y diversas modalidades (Acupuntura, auriculoterapia, magnetoterapia, fototerapia, cromoterapia, aromoterapia, musicoterapia, crioterapia, termoterapia, telurismos, fengshui, qigong, taichí, tuina, moxibustión, helioterapia, homeopatía, etc., etc.).
LA ALTERACIÓN ENERGÉTICA COMO TIEMBRE DE ALARMA
¿Porque el 70% de la diagnosis ambulatoria es idiopática? Es una buena pregunta para reconsiderar el hecho de que la enfermedad energética cursa con síntomas denominados prodrómicos que no implican, en principio, alteraciones bioquímicas ni funcionales con lo cual se descarta el posible diagnostico analítico y radiológico típico de la medicina occidental.
Y sin embargo el paciente tiene síntomas anómalos que le impiden realizar una vida saludable. Esos síntomas son “timbres de alarma“ que indican que algo no funciona bien, que es conveniente restaurar el equilibrio perdido antes de que la enfermedad evolucione a estadios de peor consideración, pronóstico y respuesta terapéutica. Ya hace miles de años el libro más antiguo de Medicina (Nei Jing So Wen), decía que mal médico es el que cura, buen médico es el que previene la enfermedad.
Para ello hay que desterrar del lenguaje médico los términos: idiopático, gran parte de lo “nervioso” y sobre todo “lo vírico“.
El virus, como entelequia científica, solo provocará enfermedad en circunstancias inducidas y no en circunstancias biológicas normales. Todo microorganismo desencadenará su acción patógena en función de dos factores: el terreno y la carga (esto es la predisposición orgánica y a la intensidad del agente desencadenante). Si el terreno es fuerte podrá rechazar la acción patógena del agente, lógicamente en circunstancias más o menos normales. Por mucha fortaleza que tenga no podré resistir el ir a pasear al polo norte en camiseta. Suele ser fácil echar la culpa al “bichito”, sabemos que no va a protestar, que no tiene abogado defensor y que se va comportar como el chivo expiatorio de nuestros errores e ignorancia. Es muy fácil decir que la úlcera de estómago está producida por una bacteria con nombre raro, cuando en realidad ese microorganismo, al igual que todo ser viviente, se va a desarrollar si el medio le es favorable. Corrijamos pues el medio consiguiendo un equilibrio Yin-Yang(ácido-básico), como agente predisponente, reduzcamos la influencia del factor desencadenante, asociado o un aspecto de tipo emocional (personalidad ulcerosa) y veremos como muy pronto el helicobacter pilori se convierte en un ente saprofito o desaparece. En acupuntura eso significa fortalecer el Yin gástrico (mucosa gastro-intestinal) y reducir el Yang de Hígado (como agente desencadenante), eliminando el factor primario de acidificación capaz de erosionar la mucosa a través de un mecanismo biológico de hipergrástria reactiva.